Sacromonte es una invitación a encontrarnos con la naturaleza remota y el mundo de los vinos finos, donde la sofisticación y lo originario conviven en una nueva experiencia de paisaje.
Sin abandonar la comodidad de los hoteles urbanos, Sacromonte Landscape Hotel sustituye el concepto de habitaciones contiguas por el de refugios dispersos por el paisaje. Los ascensores y los pasillos son reemplazados por sinuosos caminos.
Un total de 4 refugios se diseminan sobre la topografía del Sacromonte, buscando sus mejores ubicaciones. Nacen en una fábrica en el área metropolitana de Montevideo. Se trata de un proceso rápido, de menos de 10 semanas, para luego ser transportadas más de 200km en un solo día. Al dejar la ciudad atrás, las habitaciones dejan de serlo, para transformarse en refugios de paisaje, dejan de ser objetos para devenir experiencias.
Al mismo tiempo, existe una red de elementos amplificadores de paisaje ideados para potenciar ciertos puntos inexplorados; una capilla abierta entre los viñedos, una gran mesa para 50 personas y tres caleidoscopios diseminados en diferentes ambientes naturales son activados por programas de disfrute del vino, la cultura y el arte. Todos prefabricados en madera CLT en Portugal y luego transportados desde la fábrica al paisaje.
Sacromonte es paisaje. Es un campo de fuerzas relacionales, de antiguas intensidades y nuevos impulsos que coexisten en una nueva entidad inédita. Así, la naturaleza, lo productivo, las infraestructuras, las edificaciones y lo energético configuran un campo de estímulos a descubrir, un campo de experiencias.
Autoría: Matías Carballal, Andrés Gobba, Mauricio López, Silvio Lagranha, Luciano Andrades / MAPA arquitectos
Ubicación: Sierras del Carapé, Maldonado
Período diseño: 2016.06-2017.06
Fecha finalización: 2017.12
Estructura: acero
Pisos / Altura: 1P / 4m
Superficie construida: 60m² (cada refugio), 27m² (capilla)
Superficie terreno: 110 há
Factor ocupación total: N/C
Factor ocupación suelo: N/C
Terminación exterior: madera, vidrio espejado
Fotógrafo: Leonardo Finotti, Tali Kimelman