Durante la primera semana del presente mes de octubre se llevó adelante la edición 2022 de la Semana Académica del Hospital de Clínicas, «Hospital del futuro», y en la primer jornada el decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), de la Universidad de la República, Marcelo Danza, realizó una ponencia titulada «Arquitectura Hospitalaria. Los desafíos del futuro» de gran atractivo.
Danza destacó que, para pensar los edificios hospitalarios del futuro, es necesario en primer lugar, reflexionar acerca de lo que significa para nosotros el futuro. « Es una idea que traemos previamente al abordar esta temática y que desde el punto de vista de la arquitectura es fundamental», expresó. Recordó que durante mucho tiempo, hasta el comienzo de la arquitectura moderna a mediados del siglo XIX y comienzo del siglo XX, lo que los arquitectos intentaban hacer era respetar las tradiciones de la lógica constructiva. «La arquitectura estaba bien pensada cuando respetaba unos ciertos códigos de construcción que tenían que ver con la historia, con la tradición», explicó. En este sentido los edificios de los hospitales tomaban la arquitectura de los claustros, los conventos y los colegios.
De cara al futuro
Señaló que a partir de la modernidad se da un punto de inflexión clave, «es el futuro lo que comienza a legitimar y a dar sentido a las nuevas construcciones», indicó Danza. Añadió que se trata de un futuro que se basa principalmente en lo científico y lo tecnológico, el avance en estas áreas del conocimiento comienza a dar información a la arquitectura para generar las nuevas construcciones. Acotó que cuando se dice el Hospital del futuro se está pensando en algo estático, un hospital que tendrá lugar más adelante, «pero parte del conocimiento acumulado nos permite saber que esa situación no existe», apuntó. Danza citó el trabajo de un arquitecto holandés llamado Rem Koolhaas que apunta a pensar cómo va a ser la ciudad y la arquitectura en los próximos años. El decano de FADU compartió un video producto de este trabajo, en el que Koolhaas y el estudio con el que lleva adelante esta investigación sugieren cómo podría ser el hospital del futuro.
Koolhaas plantea que la obsolescencia de los hospitales es cada vez más rápida, frecuentemente terminan siendo obsoletos antes de inaugurarse. Sostiene que se podría pensar en hospitales que no tuvieran la estructura vertical con la que se los diseña en la actualidad sino que estuvieran compuestos por piezas horizontales que se distribuyeran en el territorio. Entre ellas, trozos de la naturaleza se infiltrarían generando lugares que dieran confort y bienestar tanto al paciente como al personal que trabaja en la institución. De este modo además se pueden pensar estructuras capaces de cambiar, reconfigurarse constantemente y generar las transformaciones continuas en esta línea, contando con la tecnología, «pero también creando un ambiente cercano, agradable, con una atmósfera natural, que nos recuerde a un entorno no necesariamente hospitalario». En este trabajo también se propone que el edificio hospitalario se autoconstruirá con impresiones 3D, tendrá la posibilidad de generar desde sí mismo los procesos de transformación. Sostiene que el hospital del futuro será autosuficiente, se valdrá por sí mismo tanto para la generación de medicamentos como de energía y podrá estar ubicado en cualquier lugar.
Danza puntualizó que esta lógica tiene un gran componente de anhelo, de ilusión, un ejemplo de ello es que para llevar adelante este hospital del futuro con su estructura horizontal se requiere una disponibilidad de suelo, con la que las ciudades contemporáneas no cuentan.
Hacia edificios hospitalarios híbridos
Señaló que si se piensa en el hospital del futuro en un plazo más acotado, de cinco o diez años, en el que la insuficiencia de espacio no esté aún solucionada, los arquitectos estiman que este lapso continuará caracterizándose por la presencia de edificios hospitalarios híbridos. «Estos edificios serán en parte las estructuras del pasado combinados con un presente que va generando una transformación hacia el futuro», apuntó. Citó como ejemplo los edificios del Hospital Británico y del sanatorio del CASMU, en los que se realizó una reconversión de sus espacios interiores antiguos. Acotó que está sucediendo lo mismo en Latinoamérica, en la que en el contexto económico actual no se puede pensar en derribar los edificios hospitalarios y construir nuevas plantas físicas. Añadió que además de esta reconversión se están incorporando nuevas lógicas y estéticas espaciales que contemplen las necesidades de espacios agradables y cercanía con el ambiente, de las personas que se mueven por el hospital.
Entiende que la visión del pasado del edificio hospitalario como una máquina, impregnó el aspecto estético de lo hospitalario y ha ido evolucionando hacia una lógica del hospital plataforma, un edificio ampliable y reconfigurable. Añadió que uno de los aspectos que hace necesarias estas transformaciones en el edificio es el cambio de la lógica en la internación, que se dio en los últimos años, en especial durante la pandemia. Se pasó de la postura de unas décadas atrás, en la que el paciente debía estar hospitalizado para su control, al seguimiento de éste en domicilio, principalmente durante la pandemia en la que se debía alejar a las personas de los centros de internación para prevenir el contagio. Considera que con este cambio los hospitales probablemente se transformen en espacios de mucha más alta especificidad, donde se concentre la tecnología, la formación de recursos humanos y de nuevos profesionales. Los Hospitales hoy se identifican también por una capacidad de asistencia diferenciada a la que se puede brindar en los hogares (vinculada a servicios como imagenología, cirugía, quirófano, Unidad de Cuidados Intensivos, entre otros).
El gran desafío
Destacó que el dilema que se les plantea hoy no sólo en la arquitectura hospitalaria sino en la arquitectura general, del que el Hospital de Clínicas no está excluído, es si se debe derribar o dar una nueva función a los viejos edificios hospitalarios y construir nuevos o en cambio se debería transformar su arquitectura. En cuanto al planteo de presidencia de Uruguay de un nuevo Hospital de Clínicas para el año 2030, resaltó «la enorme dimensión que el Hospital tiene para el país, a tal punto que cuando desde el ámbito académico pero también desde el político, se piensa desarrollar una capacidad simbólica relevante para toda la sociedad en el marco del bicentenario del Uruguay, se piensa en un nuevo edificio para el Hospital de Clínicas».
Recordó que en el año 1996 había trabajado durante varios meses junto a los arquitectos Thomas Sprechmann y Ulises Torrado y al ingeniero Felipe Burgueño, en una proyecto llamado «Centro Médico», que se enfocaba en pensar el Hospital de Clínicas del futuro y aunque ese proyecto quedó por el camino y no se concretó, consideró que es probable que esta propuesta aún hoy sea viable. Danza explicó que para plantear su reflexión de esta instancia de la Semana Académica, volvió a revisar el proyecto Centro Médico. Entiende que el objetivo es pensar «cómo reconfigurar esta maravilla que es el Hospital», creado en un contexto histórico del pasado y para necesidades de ese momento, transformándolo en un espacio que permita mantener una atención tecnológica y asistencial de calidad, sostenible y con una lógica simbólica y docente que incorpore a la ciudad.
Entiende que el proyecto aún puede dar respuesta a este fin. Recordó que el «Centro Médico» apuntaba a compactar el Hospital de Clínicas, «a lo necesario» y señaló que la institución tiene espacio libre, lo que permitiría reubicar los espacios que se necesitarán ir trasladando en el proceso de transformación arquitectónica y llevar el Hospital al área que necesita para funcionar. El proyecto de cara al futuro, propone transformar al Hospital en un campus vertical e incluye entre otros cambios incorporar ascensores externos en la parte posterior del edificio, remodelar el estacionamiento para recuperar el espacio verde y generar 60000 metros cuadrados de uso disponible. Danza explicó que para esto se deberían construir accesos independientes para las personas que se dirigen a las áreas disponibles. Con este fin se planificó generar en el ala este y oeste un hall en cada una, que en forma independiente se conecte por atrás a los ascensores externos, panorámicos, por los que llegan a los pisos superiores donde estarán las áreas disponibles, de diversos usos. Acotó que además de reducir el gasto al disminuir el área, los distintos usos de estos espacios podrían financiar el funcionamiento del Hospital de Clínicas.
Se puede ver la ponencia completa aquí: Video de la actividad completa en canal de Youtube de la Udelar