Sobre la proyectación y la materialización en la arquitectura del primer cuarto de siglo XXI
Arq. Federico Gastambide / LGD Arquitectos
La actual producción de proyectos de arquitectura está inmersa en la sociedad de consumo global. Cada año se producen miles de proyectos, tal vez como nunca en la historia de la arquitectura. Ello ocurre en sus diferentes modalidades, sea por obra privada o pública, sea directa o desdoblada en diversas agencias tercerizadas, sea por actuaciones de la sociedad civil o por autogestión formal. La presión del consumo también es inmanente al sistema de producción de proyectos, con un creciente requerimiento de premura e inmediatez. Esta lectura permite ver al proyecto de arquitectura como un elemento adaptativo en el que nunca se comienza desde cero, el origen es la reinterpretación de algún otro proyecto que se retoma, que se formatea y se edita hacia otros usos. Al respecto pareciera repetirse en varias oficinas de arquitectura un modo de proyectación híbrido analógico-digital, de ensamblar, editar y construir. La esencia híbrida de las herramientas digitales ha resultado fundamental para el desarrollo de nuevas estrategias que hacen abandono de la hoja en blanco en favor de la manipulación de materiales existentes bien sea a través de la recombinación de imágenes, como demuestra el trabajo de Made In y E2A, o de dibujos cómo se manifiesta en los proyectos de Herzog & De Meuron o Federico Soriano. Este modo de hacer proyecto afirma el valor de un cierto oficio más operativo y acelerado, distante de las concepciones paramétricas y procesuales más recientes.