La evolución de los pavimentos vinílicos ha sido vertiginosa. Para sustituir los materiales tradicionales como mármol, piedra, hormigón y madera, de forma de acompasar las necesidades de una vida que exigía cada vez más practicidad en el mantenimiento y colocación, se comenzó a experimentar con el linóleo ya desde fines del siglo XIX, logrando costos accesibles y buenas prestaciones. Sin embargo, los pisos vinílicos o de PVC rápidamente sustituyeron este material desde 1950 gracias a sus mejores propiedades tales como durabilidad, resistencia a la abrasión y al agua. A partir de los 70 alcanzaron gran popularidad y en pocos años se han posicionado como una de las primeras alternativas a escala doméstica y comercial por su versatilidad funcional y estética, permitiendo incorporar diferentes compuestos químicos o tratamientos superficiales para adecuarse a diversos fines.
Este proceso evolutivo sigue escalando nuevos niveles, como lo demuestra el pavimento Pure Tiles de origen belga que puede encontrarse en Metropolitana Pisos. Además de las conocidas ventajas inherentes al vinílico, que permiten instalarlo en cualquier ambiente, tiene dos características destacables que incursionan en lo que intuimos es el cambio hacia el futuro de la construcción: materiales más ecológicos y fáciles de utilizar en
todo sentido. Por un lado, su sistema de instalación Dreamclick 360° revoluciona el sistema click de los pisos vinílicos. Las baldosas pueden colocarse en cualquier sentido y dirección, ya que cuatro de sus lados tienen pestañas auto encastrables, lográndose un diseño de junta continua o trabada, lo cual minimiza la cantidad de recortes y reduce los tiempos de colocación y costos. Por su espesor de 5mm es ideal para utilizar en reformas, ya que se puede colocar sobre pavimentos existentes, y tiene unas generosas dimensiones de 61.2×61.2cm que permiten lograr una continuidad visual que le otorga categoría al espacio.
Sumado a esto, el material es 100% reciclable, con certificaciones de responsabilidad y sostenibilidad, alineándose con la premisa de que la adopción de procesos y materiales sustentables es el futuro al que apunta la construcción civil. Esta búsqueda hacia lo natural también se enfoca en lograr una experiencia y vivencia de uso que nos acerca al bienestar, por lo que es aislante acústico y buen conductor del calor, y por lo tanto una buena opción en caso de que haya losa radiante. Es anti estático, anti deslizante y su capa superior de poliuretano le confiere características anti bacterianas y de fácil lavado.
Por estos motivos, el pavimento vinílico puede considerase el principio de la transformación hacia los productos más versátiles que se utilizan en la actualidad en la arquitectura. Lo consiguió en el siglo pasado y hoy vuelve a hacerlo a través de nuevos diseños que generan más facilidades constructivas y un menor impacto ecológico. Nuevamente, este material se readapta para quedar a la vanguardia de la innovación.
Arq. Tatiana Lacroze