En los últimos días, en nuestro país y principalmente en los departamentos de Montevideo, Canelones y Lavalleja, se está viviendo una situación inusual que tiene a todos los sectores de la sociedad atentos. El déficit hídrico que se arrastra desde hace unos tres años y se agudizó a un estado crítico durante los últimos meses, provocó una gran baja en los niveles de agua de los embalses de los que OSE extrae el agua dulce para potabilizar.
La situación crítica generó que el organismo estatal debiera recurrir a embalses alternativos y aumentar los límites de cloruro y sodio permitidos, lo que generó gran impacto en la población por el gusto del agua, y sus posibles consecuencias en la salud, y usos cotidianos.
Las inquietudes también han estado en algunos de nuestros socios, en relación a la industria de la construcción en cuanto a los usos responsables y recomendaciones para las prácticas más apropiadas en torno al recurso, que ahora suman la afectación que esta alteración de la salinidad en el agua pueda impactar al sector.
Para algunas precisiones desde el área de asesoramiento técnico de SAU, consultamos al colega Arq. Fernando Franca, docente en FADU y UTU, perito y asesor técnico en proyectos de arquitectura, integrante del Colegio de Asesores de SAU y miembro del departamento técnico de Hidrotecnica Uruguay quién nos manifestó:
«En este tema necesariamente hay que atender a la normativa UNIT 1050 que indica el contenido máximo de ión cloruro que se entiende prudente para el hormigón convencional realizado en obra, la que especifica que no puede exceder los 3 gr/l de agua. Considerando los datos oficiales sobre la presencia de ión cloruro en el agua, no se presentaría problemas ya que se está en un entorno de 800 MG/litro de agua».
Vale aclarar que para hormigón pretensado no aplicaría.
Compartimos algunas de las últimas notas de prensa respecto al tema y continuaremos consultando a los diferentes asesores y expertos para ampliar la temática.
Nota de prensa «El País» – 18 de mayo de 2023