El encuentro se realizó el pasado 18 de noviembre en nuestro Edificio Sede, en modalidad presencial y virtual. Su objetivo fue generar un ámbito de reflexión en torno a las condiciones de habitabilidad al interior de las instituciones penitenciarias en nuestro país y su relación con las problemáticas de seguridad pública y vivienda.
Propuestas de los expositores:
Dr. Juan Miguel Petit:
Tras una introducción del moderador, Arq. Martín Rampoldi, el Comisionado Parlamentario Penitenciario destacó que en el debate político del pasado domingo el tema carcelario estuvo incluido, porque “es un asunto que no se puede dejar de ver”. Compartió la cifra de que Uruguay está en el puesto número ocho en el mundo en cuanto a cantidad de personas privadas de libertad, y esa población sigue aumentando, indicando que actualmente hay más de 16.000 presos en el país. Explicó que se debe pensar en un rediseño del sistema, cambios normativos, además de que se deben construir nuevas cárceles. Por otro lado, sostuvo que al momento hay poca acumulación académica y de información sobre el tema, cuando hay muchas personas privadas de libertad, expresando que “recién nos estamos desayunando” sobre la problemática. Agregó que cuando en la cárcel no hay tratamiento hay un trato cruel, inhumano y degradante, ya que no hay derechos, y afirmó que actualmente un 40% de la población del sistema carcelario está en esas condiciones, por lo que sintetizó que es un “gran problema”.
En cuanto al diseño, especificó que se ha gastado dinero en centros que no han tenido la necesaria reflexión desde todas las disciplinas, en cuanto a su funcionamiento, pero también en lo arquitectónico: la vigilancia, las puertas, el control del fuego, las medidas de evacuación. Además, se refirió a otro tipo de acciones para reducir el número de presos, como las medidas alternativas y la importancia del trabajo post penitenciario para bajar la reincidencia. Sin embargo, remarcó que se trata de un proceso que lleva años. Para cerrar, reflexionó sobre que las cárceles son espacios “antinaturales por definición”, y que hay que trabajar en cómo podemos normalizarlos e integrarlos al metabolismo de la sociedad.
Arq. Daniel Castro
El consultor de ONU en arquitectura de instituciones penitenciarias y ex director del Depto. de Arquitectura del INISA manifestó que lo más importante en los temas penitenciarios es el trabajo directo en la cárcel, más allá de lo académico. Presentó un análisis que realizó sobre el sistema penitenciario en Costa Rica en 2022, un país con características similares a Uruguay. En ese contexto, remarcó la importancia del rol de un arquitecto y la responsabilidad para diseñar sistemas penitenciarios, por el riesgo que implican, que pueden llevar a consecuencias civiles y penales.
En cuanto a la seguridad y los Derechos Humanos, habló de las problemáticas de los ajustes de cuentas y la venganza. En ese sentido, explicó que la cárcel funciona como una réplica de lo que pasa afuera porque, por ejemplo, desde allí se ordenan crímenes. Para los arquitectos y arquitectas, diseñar una estructura penitenciaria en estas condiciones requiere de mucha responsabilidad, porque tienen que trabajar en espacios que en muchos casos funcionan como zonas de guerra. Agregó que se deben considerar asuntos como la forma en que se desplazan los funcionarios o las visitas. También, por ejemplo, situaciones como el uso de hierros de las propias estructuras como cortes o la utilización de espacios para esconder armas.
En cuanto al marco jurídico, explicó que en Uruguay hay una ley bastante pobre respecto a las exigencias de cumplimiento de ciertos programas. Como ejemplo contrario, mencionó a Argentina, donde además de cumplir reglas internacionales, tienen también una ley específica, donde se detalla cuántas personas debe haber en una celda, algo que en nuestro país no existe. Explicó que este tipo de marcos permiten obligar a un Estado a construir la infraestructura adecuada. En cuanto al hacinamiento, remarcó que si lo generamos “tenemos una bomba de tiempo”. Manifestó que por ese motivo se debe pensar en el espacio personal, en los metros construidos por persona, porque convivir con un otro a ese nivel genera estrés que puede tener consecuencias drásticas.
Arq. Gonzalo Bustillo y Arq. Leticia Moreno
Los autores de la investigación «Vivienda Primero, Aportes para la innovación política en el acceso a la vivienda social para personas sin hogar en Uruguay» comentaron que en los últimos 20 años creció 600% la población sin hogar en nuestro país. Utilizando modelos predictivos, establecieron que para 2030 van a haber unas 10.000 personas sin hogar en Montevideo. Remarcaron que fue un tema ausente en el debate electoral y también lo es en la agenda política sobre la vivienda en nuestro país.
Luego de las cifras, presentaron los dos sistemas principales que hay en el mundo para solucionar esta problemática. En el modelo “En escalera», la persona sin hogar ingresa en un sistema progresivo de refugios, centros de atención y viviendas de atención, con un último escalón que implica la vivienda permanente. Se trata de un método que se ha aplicado en EEUU y parte de Europa, y se ha seguido parcialmente en nuestro país. Por otro lado está el modelo “Vivienda primero” o “Housing first”, que se desarrolló principalmente en EEUU, en donde el primer paso es la vivienda. Sostuvieron que hay evidencia de que el modelo de «Vivienda primero» sí podía transformar las vidas de las personas sin hogar, al contrario del modelo “En escalera”, del que no hay pruebas claras. Un ejemplo relevante del caso de “Housing first” fue en Finlandia, donde se empezó a aplicar desde hace 15 años, con un resultado muy contundente. Además, detallaron que cerca de 2015 se empezó a utilizar en Uruguay, pero no se pudo aplicar completamente por distintas dificultades.
Basados en el censo del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) del 2023, donde se estudió el vínculo entre la prisionalización y el estar a la intemperie, encontraron que un 10% de las personas a la intemperie en Montevideo estuvo en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) por conflicto con la ley, a lo que se suma que un 53% estuvo preso, elementos que consideran a tener en cuenta para pensar en políticas de abordaje de la problemática. Allí hicieron énfasis en el llamado desorden dual, que incluye el consumo problemático de sustancias y las dificultades de salud mental, explicitando que el sistema “Housing first” está dirigido específicamente a estas personas. Luego exhibieron distintos ejemplos de soluciones habitacionales para esta población, algunos teniendo en cuenta a exreclusos, en Barcelona, París y Los Ángeles, invitando a pensar en arquitectura que responde a necesidades complejas.
Espacio de intercambio con los presentes
Se discutieron varios temas entre los participantes del conversatorio, sobre todo relacionados al egreso de la cárcel y la población sin hogar. Desde el público, se mencionó al cooperativismo como una alternativa para estas personas. Por su parte, Bustillo y Moreno hablaron sobre la relevancia de saber qué ocurre la noche en que un recluso sale de prisión, si tiene un lugar a donde ir, al igual que con quienes egresan del INAU o del sistema de salud mental. Hablaron sobre la importancia de restituir el derecho a la vivienda, teniendo en cuenta la alta tasa de reincidencia. También se discutió sobre si el paso prioritario no sería la salud mental en lugar de la vivienda, mientras desde el equipo de Bustillo y Moreno sostuvieron que la vivienda es el primer paso para constituirse como persona mentalmente. Se mencionó también el tema de las soluciones a medida, considerando el problema de la convivencia forzada. Por último, se intercambió sobre el presupuesto que se dirige a solucionar estos temas, cómo es una problemática que no integra el déficit del Estado, y el tema de la inversión estatal en vivienda para esta población comparado con lo que se invierte entre las salidas y entradas de refugios, cárcel, instituciones de salud mental, etc.
Arq. Martín Rampoldi
Para cerrar, el moderador del encuentro destacó la relevancia de estas instancias para mirar hacia adelante, generar masa crítica y conocer la situación con números claros, lo que brinda la posibilidad de armar una agenda básica con miras al año que viene.
Mirá el conversatorio completo aquí.
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