En el marco del Mes de la Mujer, entrevistamos a destacadas arquitectas nacionales para conocer su trayectoria y sus experiencias.
Giannina Ceruti es arquitecta egresada de la Udelar y socia fundadora de RCD Reciclaje, empresa que busca promover la conciencia y la cultura del reciclaje alineada a los modelos globales de economía circular, evitando la disposición final de los residuos de construcción. Allí desarrolla tareas vinculadas a la dirección ejecutiva, el sector comercial, el marketing y el posicionamiento de la empresa dentro del mercado. También apoya el desarrollo estratégico de proyectos, buscando mantener una estrecha relación entre el diseño, el uso responsable de los recursos y el cuidado del medio ambiente.
¿A qué se dedican en RCD Reciclaje?
Surge como un proyecto de Facultad de Arquitectura de los socios en 2011, de valorización del escombro, de reutilizar los escombros como materiales para hacer nuevos hormigones reciclados. Después, en 2016, lo retomamos como idea para presentarla a la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII). Presentamos el proyecto y fuimos seleccionados con un capital semilla para empezar a probar que técnicamente funcionaba. RCD lo que hace hoy es gestionar todo lo que tiene que ver con los residuos de obra. Tenemos una planta de valorización de escombro en Cruz de Carrasco. Ahí se recibe escombro limpio, lo que tiene que ver con demolición. Cerámicos, hormigones, morteros, todo lo que es pétreo, se recibe en planta con una tarifa, se procesa, se gestiona.
Después, hace tres años, agregamos una pata de negocio a la empresa que tiene que ver con lo que está más abocado a la obra. Empezamos a trabajar con educación y concientización en obra para poder realmente valorizar los residuos. Ahí lo que hacemos es un servicio integral en obra. Vamos, hacemos capacitaciones, ofrecemos planes de gestión de residuos, ayudamos a separar en obra todos los residuos que se generan, plástico por un lado, cartón por otro, madera, escombro, etc. Nos encargamos que cada residuo vaya para el gestor y valorizador correspondiente, y después hacemos informes mensuales con la trazabilidad de los residuos.
Vista aérea de Planta de Valorización de ROC
¿Qué les movió a enfocarse en el reciclaje?
Fueron varios factores. Nosotros ya estábamos recibidos, siempre nos gustó mucho la parte técnica y también por motivación propia nos ha gustado toda la parte de gestión ambiental. Y cuando nos recibimos, hace años, no se hablaba de estos temas en la construcción, al menos. Era impensado hablar de ambiente en una obra. Encontramos ahí una veta para poder recuperar residuos que salían de la misma obra para que volvieran al ciclo constructivo. Cuando comenzamos, nos interesaba mucho la economía circular, nos empezamos a informar sobre eso. Fue algo que nos motivó mucho, el poder investigar y hacer una propuesta nueva para el rubro. Fue un poco eso y un poco también de salir de facultad y no ir por el camino típico de trabajar en un estudio o en una constructora.
¿Creés que ha evolucionado en los últimos años la conciencia ambiental en el ámbito de la construcción?
Por suerte, sí. Hay muchísimo por recorrer todavía, pero hay mucha diferencia entre cuando nosotros arrancamos con RCD, hace ocho años, y lo que es ahora. Cuando arrancamos fue súper difícil, nos miraban como bichos raros. La construcción acá es muy tradicional, no estaban acostumbrados a pagar por la gestión de residuos. Era algo realmente nuevo, impensado. Nosotros tuvimos que generar ese mercado y nos costó mucho. Los primeros años subsistimos porque estábamos apoyados por por la ANII, por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), que nos financiaron como proyecto innovador. Hace un par de años logramos generar una cartera de clientes importante y cada vez se está tomando más conciencia y apoyando más todo esto. En 2019 se aprobó la Ley de Gestión de Residuos, que fue un gran paso. Se creó el Ministerio de Ambiente. Ahora se está trabajando en la normativa ROC (Residuos de Obras Civiles). O sea, ya hay toda una parte de apoyo gubernamental y nacional que apunta hacia eso.
Equipo de trituración de escombro limpio en planta
¿Pensás que por el hecho de ser mujer tu experiencia como arquitecta fue diferente a que si fuera un hombre? ¿Hubo algún obstáculo?
Por suerte, no en el rubro en que yo me manejo. Por ejemplo, ahora soy una de las directoras y gerentas ejecutivas de la empresa. Nosotros siempre tuvimos una cabeza muy abierta, pero en realidad en el rubro de la gestión de residuos, economía circular, nunca sentí una traba o que fuera algo distinto por ser mujer. En obra, particularmente cuando yo trabajaba como arquitecta, tampoco. Tuve la suerte de no sentirme como distinta por ser mujer, al menos en mi experiencia personal.
Visita a obra de Equipo Técnico de RCD Reciclaje por el servicio de Plan Integral de Gestión de ROC
Y en general el ambiente de la arquitectura y de la construcción en el país, ¿cómo lo ves en cuanto a su participación femenina?
Yo creo que se ha mejorado un montón. Años más atrás, capaz que sí, he notado diferencias. La arquitecta tenía un rol más de proyecto o más de estudio, y no tanto de ir a obra, de dirección de obra o ejecutora de obra. Creo que eso con los años ha cambiado un montón y hoy en día están, desde mi forma de verlo, como al mismo nivel.
¿Creés que desde el género femenino se aportan cosas diferentes o perspectivas distintas en el medio en el que estás?
Sí, yo creo que es súper complementario. Nosotros en la empresa promovemos mucho la integración de ambas partes porque, desde mi forma de ver, tenemos maneras de trabajar y conceptos bastante distintos. No generalizando, pero sí muchas veces las mujeres vemos de otra forma algunas cosas o somos más detallistas en otras. Por eso creo que los equipos multidisciplinarios y de ambos sexos son el equilibrio ideal.
Charla en planta en el marco de programa de UNICEF
Me imagino que liderar un proyecto o una empresa siendo mujer debe ser distinto también.
Capaz que antes, cuando arranqué, tenía más esa idea. Con la gente con la que me ha tocado trabajar, nunca me han hecho sentir alguna diferencia. Por ejemplo, nosotros hoy en la empresa somos cuatro directores, dos mujeres y dos hombres. La que tiene más reuniones, hace más visitas y activamente está como la cara más externa de la empresa soy yo, que soy mujer. Y nunca sentí la diferencia de que en alguna reunión o como que en algún lugar prefirirían que fuera alguno de mis socios. Sí más a nivel de proveedores, a veces. Ahí sí capaz hay como un círculo más, no sé si es machista la palabra, pero más como de la vieja escuela. Como “Ay, una mujer directora me recibe en la reunión”.
A una chica joven que quiere empezar en la arquitectura o estudiar arquitectura, ¿qué consejo le darías desde tu experiencia?
Hacer su camino. En la realidad de la obra toda la parte más de operarios, obreros, son la mayoría hombres. No sentirse ahí con miedo, porque no me ha pasado, sinceramente, que ellos no me hayan respetado. Eso de, si soy mujer o soy joven o recién me recibí, el tener que ir a obra o tener que hablar con operarios, también pasa por una. Aconsejo desde el principio tener claro su lugar y no tener miedo a estas cosas.
¿Hay algún aspecto de tu trabajo que te haga sentir más orgullosa o que sientas que te apasiona más?
RCD cuando nació, nos dedicamos bastante más a todo lo que es de planta. Esto que te contaba de la valorización del escombro y transformarlo en nuevos productos. Después, al abrir más la parte de negocio hacia las obras, empezar a dar estas capacitaciones, enfocarlo más a la gestión -siempre hablando de residuos, pero dentro de la obra- nosotros dos que somos arquitectos, mi socio y yo, encontramos ahí más el nexo entre la arquitectura y el ambiente. Capaz que lo otro era un poco más el tratamiento de un residuo. Hoy con esto seguimos yendo a las obras, estando empapados en el funcionamiento de obra, el vínculo es más directo y a su vez queremos desarrollar todo lo que tiene que ver más con la arquitectura sustentable desde el proyecto, que todo eso lo tenemos en la teoría, pero también queremos llevar a RCD hacia ese lado, del diseño de arquitectura sustentable.
Colegio Imagine, en El Pinar. Allí se utilizaron losetas de hormigón reciclado para el pavimento
¿Qué impacto te gustaría dejar con tu trabajo?
Esto es muy incipiente, medio que nosotros somos los pioneros en lograr que en la construcción se hable de economía circular, de gestión de residuos, así que seguir trabajando en eso, que hay años adelante para trabajar. Y después también, desde el lado de mujer, mostrar que se puede ser directora, ser independiente y llevar adelante una empresa que viene creciendo.