Conversamos con el Arq. Leandro Alegre sobre las características de las obras seleccionadas, el perfil del estudio y la relevancia de participar en eventos en el exterior para su propuesta. 

En primer lugar, Alegre contó que fueron seleccionados en la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires -a realizarse en octubre- con el Memorial del Ex Penal Punta Carretas,  un proyecto que nació de un concurso de arquitectura para recordar a detenidos en el penal. Para este proyecto trabajaron con los arquitectos Federico Lagomarsino, Federico Lapeyre, María Lucía Arce, Lucas Cardona y la Lic. Lourdes Silva. 

El proyecto consistió en una mesa negra de 24 metros de largo para representar a todos los expresos, cuyos nombres están colocados allí. El arquitecto explicó que con la mesa querían “representar el lugar de encuentro que tenían los reclusos internamente con sus familiares”. También agregó: “nos parecía un elemento fuerte para sacarlo de esa escala doméstica que tiene y darle una escala pública”. 

 

Por otro lado, fueron elegidos con el proyecto  Valdivia para la Exposición de Arquitectura Latinoamericana en Madera del XVIII Seminario de Arquitectura Latinoamericana – SAL 2024, que tendrá lugar en Chiloé, Chile, en diciembre. 

Se trata de una de las últimas obras que realizaron en madera, material que el estudio trabaja desde hace casi 10 años.  Alegre contó que hoy Uruguay cuenta con acceso a otro tipo y calidad de madera, por lo que se está popularizando más. “Los clientes están viéndolo como un material viable para generar un tipo de construcción fiable, con buenas características térmicas y acústicas”, agregó. 

Al proyecto lo llaman “refugio” y destacó alguna de sus particularidades: “un espacio de múltiple altura con un lucernario central, que genera una espacialidad diferente a la que estamos acostumbrados. Esta casa no gana en metros cuadrados, sino que gana en volumen. Tiene un volumen interior que está interesante para generar vistas al paisaje”. 

Alegre también indicó que en TATÚ les gusta co-crear el proyecto con los clientes y esa es una de sus características distintivas: “que haya una impronta de ellos dentro de los proyectos además de la impronta del estudio”. Agregó que, debido a esto, el estudio diversifica bastante su línea proyectual, sin una línea clara de trabajo con ciertos materiales o tipologías. 

En cuanto a los reconocimientos obtenidos en el exterior, detalló: “siempre fue una meta del estudio el poder internacionalizarse y para eso creemos que hay varias herramientas, una de ellas es participar en estas bienales”. Considera que estos eventos permiten conocer qué es lo que está pasando en la arquitectura de distintos países y, ese sentido, TATÚ ha podido mostrar lo que se hace acá:  “creemos que eso también está muy bueno, porque en parte estamos representando a la arquitectura en Uruguay”.