Se trata de La muerte de una ciudad, película portuguesa donde el edificio de una antigua imprenta es demolido para la construcción de un complejo de viviendas de lujo, y Pax In Lucem, documental uruguayo que parte del encuentro de un icónico mural de Joaquín Torres García. 

Para acceder al 2×1, los socios deben presentar el carnet de SAU. El beneficio es únicamente en boletería. Con la entrada también se accede al estacionamiento gratuito (para autos, motos y bicis) que incorporó recientemente Cinemateca. Las salas del complejo se encuentran en Bartolomé Mitre, esquina Reconquista (detrás del Teatro Solís). Sugerimos a los concurrentes acercarse a la boletería un tiempo antes de la función para adquirir sus entradas. El espacio cuenta con una cafetería con mesas y una librería con diversos ejemplares. 

Sobre La muerte de una ciudad, de João Rosas

En el corazón del Bairro Alto, en pleno centro de Lisboa, el edificio de una antigua imprenta es demolido para dar paso a la construcción de un complejo de viviendas de lujo. Considerando esta demolición como la imagen perfecta para retratar la muerte de cierta Lisboa tras la crisis financiera y el consiguiente boom inmobiliario y turístico, el director propone filmar un diario urbano que retrata la vida cotidiana de la obra y de quienes trabajan en ella. En otras palabras: camuflada en el paisaje de la ciudad, hay una obra en construcción.

La película registra el día a día de los obreros en su labor y la agudeza de su puesta en escena comienza a relevar todo lo que se esconde bajo la superficie: la especulación inmobiliaria, la explotación de los trabajadores migrantes, la ciudad cambiando de piel, un paisaje que desaparece y un rostro nuevo que emerge por entre los escombros. La película se convierte así en la crónica de los últimos días de una ciudad vieja, sumergida como tantas otras por el desarrollo urbano. Una historia evocadora de la relación del director João Rosas con la ciudad y un himno a la dignidad de los trabajadores.

 

Sobre Pax in lucem, de Emiliano Mazza De Luca

En 1974 cuando se celebraban los cien años del nacimiento del artista Joaquín Torres García, una retrospectiva de su obra compuesta por 73 piezas se expuso en Montevideo, Buenos Aires y París, para llegar cuatro años más tarde al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro donde un feroz incendio devoró completamente el edificio, el 8 de Julio de 1978. Treinta y cinco años después, el hallazgo de tres grandes fragmentos del mural Pax In Lucem -una de las obras icónicas del pintor perdida en el incendio-, dispara en su bisnieto Alejandro, un viaje hacia el origen de la obra, que revela la fantástica aventura de la vida del artista y su búsqueda incansable de un Arte Universal.

La película es el primer acercamiento cinematográfico a su obra. Su director Mazza De Luca ha dicho que “es una invitación para conocer el pensamiento de Torres García, tan importante como su obra y vigente en estos tiempos de crisis existencial. Es una película que resignifica las pérdidas”. El cineasta afirma que el fuego es un ‘leitmotiv’ en la vida de Torres-García ya que, además de lo ocurrido en Brasil, posterior a su muerte, significativo fue el incendio de su fábrica de juguetes en Estados Unidos en 1925, que, según Mazza, fue “transformador”.

En el proyecto participan en las tareas de documentación familiares del pintor, como Alejandro Díaz, director del Museo Torres García de Montevideo, o Jimena Perera, presidenta de la Fundación Torres García, quienes insisten en la “necesidad” de seguir divulgando su obra.

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