En una sala llena, y con muchos arquitectos presentes de forma virtual por Zoom, se llevó adelante el evento, organizado por SAU. Su temática específica fue la producción arquitectónica y la morfología urbana en relación con la Ley de Vivienda Promovida. Se discutió sobre la tipología de las edificaciones construidas en su marco, su interacción con las construcciones patrimoniales, su influencia en la planificación urbana y su incidencia en diferentes departamentos.
El conversatorio comenzó con una intervención del moderador, Arq. Roberto Villarmarzo, quien presentó cifras sobre los efectos de la ley. En primer lugar, destacó que más del 70% de los proyectos generados en su marco son en Montevideo, al que le sigue Canelones con cerca de un 8%, luego Maldonado con un 6,5%, y luego con Salto y Paysandú cercanos al 1%.
Actualmente hay más de 36.000 viviendas promovidas en el país, de las cuales muchas están en el Área Metropolitana. Allí destacan barrios montevideanos como Cordón, Palermo y Parque Rodó. En cuanto a las posibilidades de intervención que otorga la ley, se especificó que el 91% de los proyectos son de obra nueva.
Reflexiones de los expositores:
La primera intervención fue de la Arq. Constance Zurmendi, en representación del Instituto de Estudios Territoriales y Urbanos (IETU) de FADU, quien presentó su investigación sobre el tema, centrada en el barrio Cordón Sur, en Montevideo. En esa zona, destacó que la ley “sí tuvo impacto, en la morfología y en los cambios morfo tipológicos”, argumentando que hubo un “incremento enorme” en la producción. Frente a esos cambios, enfatizó que se va diseñando una noción de ciudad que en este momento es discontinua, pero que ve el hecho como una oportunidad para ir ajustando la norma. “Cordón Sur es una zona homogénea, el que aparezcan elementos singulares distrae y afecta la legibilidad”. En ese sentido, llamó a trabajar con la interpretación y la estructura del ambiente urbano. “Una ciudad legible es una ciudad amigable”, concluyó.
El Arq. Lucio de Souza, también en representación de IETU – FADU, decidió partir de la ciudad que había antes de la ley, centrándose en Montevideo, porque es donde se encuentran datos más contundentes: “teníamos una ciudad que se iba vaciando”. Agregó que sus habitantes iban envejeciendo, con más gente mayor y menos niños. Observó allí un efecto de explosión. “En ese sentido, la ley es un éxito, trajo población joven a sectores que se estaban vaciando”. Expresó que actualmente es “un buen negocio, que permitió aterrizar capitales en lugares donde no aterrizaban”.
Por otra parte, reconoció que algunos aspectos de la ley generaron incomodidad entre los arquitectos, como la polémica por su nombre inicial, que apuntaba a la vivienda de interés social. También se refirió a la gentrificación que pudiera generar la ley, aclarando que todavía no se puede medir su efecto en ese aspecto en Montevideo. Para cerrar, se refirió a la llamada “guerra tipológica” que puede generar la ley. En ese aspecto, enfatizó que no hay que olvidarse que la normativa es para construir ciudad a largo plazo, pero se permitió dudar acerca de si fue una oportunidad para la planificación.
El Arq. Luis Oreggioni, del Departamento de Planificación de la IM, expresó que hay una “alturafobia” que está asociada a las políticas patrimoniales y que confronta la visión de los aspectos favorables de la ley. Explicó que en ese sentido ya hay un Inventario Patrimonial puesto de manifiesto, que es una respuesta a la pregunta sobre si pueden convivir en una ciudad edificios de muchos metros de altura con conjuntos patrimoniales. “Sí pueden, eso es lo que la norma para Centro y Cordón propone”, expresó, agregando que “va a generar una ciudad diversa”.
Detalló también que en Montevideo con la aplicación de la ley “se frenó una expansión recurrente del desarrollo inmobiliario hacia la costa” y se calificaron áreas que estaban visualizadas como zonas que tenían que ser redensificadas y recalificadas desde el punto de vista urbano. En cuanto a las áreas de promoción patrimonial que existen en Montevideo, reconoció que no han sido totalmente exitosas, y remarcó que Ciudad Vieja tiene un deterioro significativo en el stock, lo que ha reducido su población. En ese sentido, se encuentran trabajando en una norma para facilitar la inversión, estableciendo que para construcciones de una pequeña escala no solicitarán estacionamiento, considerando los espacios para aparcar que quedan libres durante la noche y fines de semana en áreas de oficinas.
La Arq. Paola Florio, de la Dirección de Planificación de la Intendencia de Canelones, destacó que hubo 98 proyectos en el departamento en el marco de la ley, de los cuales la mayoría fueron en Ciudad de la Costa. Por otro lado, se refirió a sus impactos en el territorio canario: un empuje en la consolidación de áreas de desarrollo urbano, la ampliación del stock de las viviendas suntuosas, destacado la zona de Av. de las Américas, la aparición de monoambientes y el aumento al valor del suelo en sectores aptos para la construcción en altura, pero remarcando una falta de fomento de la cohesión socio territorial. También puntualizó algunos temas que están trabajando y tienen en agenda en relación a la ley para mejorar su aplicación.
Por su parte, la Arq, Mónica Facio, de la Dirección de Control Edilicio de la Intendencia de Maldonado, detalló que en su departamento la ley promovió 80 proyectos, generando una dinamización en ciertos barrios. Reconoció también una mejora en la calidad de las terminaciones de las construcciones y la aparición de proyectos más elaborados, favoreciendo a la zona.
De todas formas, planteó la pregunta de para quién son esas casas. “En Maldonado la población crece más que en otros departamentos”, explicó, pero argumentó que no cuentan con datos para saber si son locales o extranjeros los que habitan las nuevas construcciones. Expresó que desde la Intendencia plantean una revisión de la zonificación establecida, porque hay un alto porcentaje de población permanente en áreas no contempladas por la ley. Por otra parte, enfatizó que, más allá del impulso a la construcción, continúa el problema de la falta de vivienda y plantea que la ley deberá estar acompañada de otras normas e instrumentos que la complementen.
Comentarios de los presentes
En un intercambio respetuoso, se abordaron diferentes temas con los asistentes. Se habló sobre efectos de la ley como la generación de trabajo a los arquitectos y sus posibilidades de exploración arquitectónica. Se argumentó que se ven nuevas calidades, edificios interesantes, una sustitución del stock que valoran positivamente, pero que se debe también atender al espacio público, que parece relegado. Se conversó sobre el tema de los cambios identitarios de la ciudad, y sobre cómo construcciones como los monoambientes provocan mucha circulación de habitantes y no generan cohesión social.
Otro presente expresó que el mundo de la ley debería transformarse en una política urbana y no solo de vivienda. Se propuso promover también negocios en cuanto a la recuperación patrimonial y se valoró la importancia de seguir trabajando en la regulación del precio de la viviendas, además de remarcar la necesidad de que las nuevas construcciones sigan buenas prácticas socioambientales.
Tras un evento muy fructífero, invitamos a los interesados a sumarse a nuestro Conversatorio 2 sobre la ley, que se desarrollará el próximo martes 21 a las 18h, en sede de SAU, de forma virtual y presencial. Se centrará en sus resultados económicos e impacto socio-urbano. Más información aquí. El link para la reunión virtual es el siguiente.
Conversatorio completo. Clave: .n@WiY43
Mirá la presentación de Roberto Villarmarzo
Mirá la presentación de Luis Oreggioni