Desde SAU nos parece oportuno recordar que el recientemente acaecido Mariano Arana, además de su intensa vida política, y ejercicio docente y de la arquitectura siempre estuvo atento a todo lo vinculado al arte, lo urbano y, en especial lo patrimonial. En tal sentido en su libro «Papeles dispersos», edición 2021 de Banda Oriental, recoge parte de sus reflexiones expresadas en los más variados ámbitos; temas y abordajes muy diversos pero que tienen como común denominador su sensibilidad, humana y profesional, frente al mundo que nos rodea. Textos e imágenes que nos ayudan a comprender, y también quizás compartir, vivencias que mucho significaron en el Uruguay de los últimos tiempos.Estos Papeles dispersos, reunidos ahora en libro, concretan la intención, lo dice el Arq. Nery González en el prólogo, «…de ser útiles a las nuevas generaciones, y no en menor grado, de servir de aporte al abordaje de nuestras actuales circunstancias».
Uno de los capítulos de este libro desde la página 141 a la 147, está dedicado a las Muchachas de Abril y a su historia presente en la calle Mariano Soler del barrio montevideano, Brazo Oriental. Se trata de la trascripción de su exposición realizada en el Plenario de la Junta Departamental de Montevideo, el 11 de mayo de 2017, cuando era edil y se recordaba una vez más este hecho.
«Creo que no se necesitan los ojos adiestrados de arquitectos para señalar que quien llega en horas del atardecer a ese lugar, pueda sentirse estimulado por el peculiar espacio urbano enriquecido por la presencia de frondosos árboles – tan característicos de nuestra capital – y por una infrecuente excepción del estricto amanzanamiento en damero que los agrimensores y especuladores inmobiliarios siguieron utilizando, a partir de las Leyes de Indias, dictadas por el Imperio Español» dice uno de los pasajes agregando casi a continuación: «Habría sido difícil imaginar que tan atractiva escena urbana habría de convertirse en el teatro de uno de los desgarradores episodios del autoritarismo imperante en la época (…) refiriéndose al apartamento al fondo donde las 3 muchachas – una de ellas Silvia, embarazada – fueron acribilladas por el operativo integrado por Juan Rebollo, Esteban Cristi, José Gavazzo y Jorge Silveira entre otros.
Allí donde las calles,la arquitectura, lo urbano y la memoria no da lugar al olvido fue instalada la llamada «Marca de la Memoria», con una placa recordatoria a la entrada de las viviendas, y tres columnas metálicas al borde de la calle con las fotografías en blanco y negro de Las Muchachas de Abril.
En la biblioteca de SAU se encuentran disponibles para consulta y préstamo ejemplares de este libro.