Este jueves 15 de junio en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, se realizó el acto de reconocimiento de la responsabilidad del Estado en 5 crímenes de Lesa Humanidad: el asesinato de las llamadas «Muchachas de abril» y las desapariciones de Luis González y Óscar Tassino.

El acto oficial por el que el Estado Uruguayo reconoció su responsabilidad y participación en los homicidios de las “Muchachas de Abril”, las tres jóvenes asesinadas durante un operativo de las Fuerzas Conjuntas en 1974, en dictadura cívico-militar estuvo encabezado por la vicepresidenta de la República, Dra. Beatriz Argimón acompañada por el canciller interino, Nicolás Albertoni. El presidente de la República no participó del evento. Durante la oratoria hubo un salón colmado de presentes. También muchas personas se reunieron en la plaza 1º de Mayo en la vereda de enfrente donde hubo una pantalla gigante transmitiendo en vivo el acto.
 
Familiares de Silvia Reyes, Laura Raggio y Diana Maidanik, que tenían entre 19 y 21 años al momento en que les dieron muerte, convocaron junto a Familiares de Detenidos Desaparecidos a todo el pueblo uruguayo a hacerse presente porque «a todos nos deben ese reconocimiento y el compromiso de hacer mucho más ¡por la verdad y justicia que nos deben!» subraya una misiva que trascendió grupos de whastapp y redes sociales en general.

 El acto de reconocimiento se realizó en cumplimiento de una sentencia que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió contra el Estado uruguayo a fines del año 2021 cuya condena además de la responsabilidad en los hechos, subraya la “falta de diligencia investigativa” del Estado para esclarecer estos crímenes, así como las desapariciones forzadas de Luis Eduardo González y Oscar Tassino.

 

«Fiel a lo que se establece que se debe hacer, en nombre del Estado reconocemos que el Estado es responsable por la violación al derecho a la personalidad jurídica, a la vida y la integridad y libertad personal» de las víctimas del caso, subrayó la vicepresidenta. También por la falta de garantías y la ausencia de protección judicial hacia ellas, así como la violación al derecho de sus familiares a saber la verdad.

En una breve intervención, Argimón relató los alcances de la sentencia de la CIDH, los derechos y la normativa que el Estado vulneró. También señaló las acciones que a nivel estatal se llevaron a cabo para su cumplimiento. Entre ellas, destacó el «fortalecimiento» de las capacidades de la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad, junto a la «capacitación» y «sensibilización» de las Fuerzas Armadas en temas vinculados a los derechos humanos. El relato incluyó la mención a los pagos por indemnizaciones que el Estado lleva efectuados a las víctimas.

En nombre del Estado, Argimón se comprometió a cumplir con otra parte de la sentencia, que indica la obligación de determinar el destino de Tassino y de González, así como la de investigar, sancionar y reparar adecuadamente todas las violaciones a los derechos humanos vinculadas a estos casos.

 «Lamentamos la ausencia del señor presidente Luis Lacalle Pou» dijo Karina Tassino, hija de Oscar, al hablar en representación de las familias de las víctimas. 

Con la voz entrecortada por la emoción, Tassino recordó a todos los que lucharon por conocer la verdad, y a todos los que se fueron sin conocerla. «El Estado violó nuestros derechos», afirmó. «El terrorismo de Estado afectó a toda la sociedad», indicó.

Karina Tassino, cuyo padre -un militante del Partido Comunista- desapareció en 1977, cuando tenía 40 años, se refirió al reciente hallazgo de restos óseos en el Batallón 14 del Ejército: «Me pregunto: ¿Sos vos, papá?». La hija de Tassino, cuyo último destino conocido fue el centro de detención La Tablada, relató las seis veces que ya le tocó entrar a predios militares al detectarse la presencia de restos. «¿Cuánto más se repetirá»?, volvió a interrogarse.

«Con las tripas decimos: los vamos a encontrar a todos. Por memoria y justicia, nunca más», pidió al concluir. Otro aplauso cerrado despidió su intervención, que se convirtió en gritos y silbidos cuando Argimón volvió a tomar la palabra para hacer un pedido antes que el público se retirara. La vicepresidenta exhortó a que cualquier persona que cuente con información sobre el paradero de los detenidos desaparecidos, la aporte.