El Centro de Fotografía de Montevideo presenta la muestra Historia de las aguas corrientes del Uruguay, que se puede visitar en la Fotogalería Ciudad Vieja hasta el 29 de noviembre.
Hace 150 años comenzaba la primera obra para abastecimiento de agua corriente en Uruguay. Montevideo pondría fin a la escasez, a las penurias por falta de agua, a la dependencia del aguatero. La propuesta del uruguayo E. Fynn fue elegida por el gobierno y junto a dos socios argentinos, construyeron una usina de bombeo a vapor, una tubería de casi 60 km, e instalaron tres fuentes (plaza de la Constitución, plaza Artola y plaza Flores) que recibían el agua para los vecinos en la ciudad. Montevideo se abría paso a un desarrollo que no sería posible sin un abastecimiento permanente y suficiente.
Los obreros que se instalaron junto a sus familias a orillas del río Santa Lucía, en el punto donde las aguas tenían la mejor calidad, dieron origen a la Villa de Aguas Corrientes, que se encarga hasta hoy de enviar agua potable a la capital y su área metropolitana.
La Compañía de Aguas Corrientes fue vendida a ingleses en 1879 y se transformó en The Montevideo Waterworks Cº Ltda. Como resultado de los avances tecnológicos a nivel mundial y del crecimiento demográfico y económico del país, la compañía fue creciendo e incorporando los elementos para el tratamiento de agua, mejorando la calidad de vida de la población.
Este servicio vital pasó a manos del Estado y en 1952 se creó OSE con un mandato fundamental en su carta orgánica: anteponer las razones de orden social a las de orden económico.
En el año 2005 se incorporó el acceso al agua y al saneamiento como derecho humano fundamental en la Constitución de la República. Actualmente el 99% de la población nucleada cuenta con servicio de agua de OSE, garantizando la salud de los habitantes.